MIS PRINCESAS

MIS PRINCESAS

jueves, 4 de diciembre de 2008

INCLUSIÓN EDUCATIVA???

Luisito* es un niño de ocho años cursa el tercer año de primaria, el tiene dificultades para caminar, no controla los movimientos de ambas extremidades, ocasionalmente sufre de ataques epilépticos, su forma de hablar es un poco lenta, pero aún así puede mantener una conversación coherente aunque de vez en cuando le gusta imaginar que es una persona adulta que trabaja con herramientas pesada y toma cerveza. En la escuela mantiene una buena relación tanto con sus compañeros de clase como con niños de otros grupos, se relaciona con maestros y demás personal, es querido y demuestra afectivamente lo que siente por otros. Dentro de su salón de clases es muy inquieto busca actividades en las que pueda pintar o cortar, reconoce algunas figuras geométricas, colores y rescata las ideas de una lectura corta cuando la escucha. En su casa aparentemente es aceptado pero cuando salen a pasear o de compras el niño se queda a ser cuidado por la abuela, no se le festejan cumpleaños, y la mayor parte del tiempo se la pasa en convivencia con los abuelos.

Porque comenzar con esta historia, actualmente en el ámbito educativo, político y social estaremos escuchando frecuentemente hablar de INCLUSIÓN pero en donde de estos tres educaremos o nos prepararemos para dicha inclusión, en estos momentos me atrevo a decir que en la escuela se educa y en la familia se vive, y en la política, bueno, sigue siendo política, pero cómo educar o como vivir si no conocemos o nos interesamos en ella. Hemos entrado en una confusión entre el término de integración e inclusión por lo que cabe hacer una diferencia. La integración ha sido especifica en el área de educación especial, término que se ha utilizado para referir a personas con discapacidad en escuelas o grupos sociales a los que debería permanecer, en cambio en el termino de inclusión vamos a tomar en cuenta no solo a personas con discapacidad, si no a todas las personas en general, sin importar religión, raza, etnia, o nivel económico, es decir, la “inclusión no es exclusivo de la discapacidad, si no de la diversidad” . Y es no solo referirlas si no hacerlas parte de. La evolución de este proceso en el que instituciones educativas, privadas, políticas, sociales, abren sus puertas a la participación de la diversidad personal es un paso muy grande que debe darse o que quizás debería llegarse paso a paso pues para hablar de lograr dichos objetivos en las instituciones, deberíamos comenzar por hacerlo en las familias y las escuelas a las que asisten niños como Luisito, para lo que es necesario aceptar la evolución cultural que estamos viviendo en la que se nos da pauta a transformar la educación tradicional, para dar apertura a nuevos intereses de nuestros alumnos y nuevas formas de enseñanza.

* El nombre del niño se cambio para respetar su identidad.

sábado, 18 de octubre de 2008